Bloc de notas y archivo de columnas, traducciones, poemas y escritos varios de Rodrigo Olavarría
26 junio, 2007
12 junio, 2007
Groenlandia
Y yo escribí todo esto sin saber que mi única pertenencia era mi caos, que este caos, mi único abrigo, es una partitura, la única posible para estar aquí donde escribo esto y cantar. Porque en el fondo sabemos que la guitarra es sólo un pretexto para cantar hasta que todo lo que se canta es tan cierto que la garganta se cierra y no deja articular una sola palabra más. Y entonces hay que detenerse un segundo y escribir, atarse la pluma al pie. When I cannot sing my heart I can only speak my mind. Eso dice John Lennon en una de las varias canciones que le escribió a su madre, una canción en la que todavía no se atreve a hablarle directamente y decirle: I wanted you, you didn’t want me. Y esto podría ser toda una estética. Después pienso en una canción de Stephen Merritt que podría ser algo así como la música que escribí en el caos que esta partitura en el fondo es, sólo que tendría que ser ejecutada como si fuera la banda sonora de una película cómica de 1922 donde yo, maquillado y a una velocidad poco realista caigo, me levanto y me vuelvo a caer, así por varios minutos frente a un estante con libros. En este caos mis acciones son el trazado de la secuencia de notas que sostienen palabras