28 septiembre, 2015

Tres poemas de Adrienne Rich




En esta ocasión le pedí a mi amiga Amelia Bande, dramaturga o, mejor dicho, escritora que aborda la escritura, la performance, el guión y otras formas, que me diga cuáles son sus poemas favoritos de Adrienne Rich (1929-2012) y que escriba un parrafito introductorio para mis traducciones, que me diga cómo fue que descubrió a esta poeta. ¿Y por qué Amelia? Porque ella me introdujo en profundidad a su lectura y porque creo que comparten la convicción de que cada creación de la palabra debe ser un acto vital, único, sin desperdicio.

Toma la palabra Amelia Bande:

"En el 2000, tomé un curso de poesía y estudiábamos el Vintage Book of Contemporary American Poetry, una antología que traía muchos poetas que después se convirtieron en favoritos: Frank O´Hara, Mark Doty, Mark Strand, Elizabeth Bishop, Audre Lorde. Yo estaba obsesionada con encontrar a los poetas gays y lesbianas del libro. A veces decía algo de eso en la biografía, pero a veces no decía nada. Entonces yo trataba de adivinar quién era gay leyendo los poemas. Ahí venían varios de Adrienne Rich: Snapshots of a Daughter-in-Law, Planetarium, The Burning of Paper Instead of Children, For the Record, For an Album y Paula Becker to Clara Westhoff. Este último poema era sin duda un poema lésbico, y así fue cómo entré a Adrienne Rich. Años después alguien me prestó el The Dream of a Common Language y no me podía separar del libro. Lo empezaba de nuevo para no terminarlo. Lo leía, lo abrazaba, anotaba frases, me aprendía pedazos de memoria. Entonces es difícil elegir solo un par de poemas favoritos porque todos son hermosos y porque muchos son cercanos a mí. Pero el que de alguna manera explica el título del libro, la parte I de Origin and History of Conciousness podría decirse que sí, es mi favorito de Adrianne Rich. Nadie duerme en esta pieza sin el sueño de un lenguaje en común. Creo que sigo durmiendo y despierta en esa pieza, cada vez que lo vuelvo a leer."


ORÍGENES E HISTORIA DE LA CONSCIENCIA

I.

Vida nocturna. Cartas, diarios y whisky
en el vaso. Poemas crucificados en el muro,
diseccionados, sus alas de pájaro cortadas
como trofeos. Nadie vive en esta habitación
sin haber pasado por una crisis de algún tipo.

Nadie vive en esta habitación
sin enfrentar el blanco del muro
detrás de los poemas, tablones con libros,
fotografías de heroínas muertas.
Sin contemplar al fin aunque tarde
la verdadera naturaleza de la poesía. El impulso
de conectar. El sueño de una lengua común.

Pensando en mis amantes y en su fe ciega,
en las crucifixiones que vivieron,
mi envidia no es sencilla. He soñado con irme a la cama
como si caminara en aguas claras rodeadas por un bosque nevado
blanco como sábanas frías, pensando, me voy a congelar aquí.
Mis pies desnudos entumidos por la nieve
pero el agua
es cálida, me hundo y floto
como un tibio animal anfibio
que ha roto la red, que ha corrido
por campos de nieve sin dejar huellas;
estas aguas borran los olores—
Ya estás a salvo
del cazador, del trampero
de los guardianes de la mente—

pero el cálido animal sigue soñando
con oro animal
que nada bajo la piscina cubierta de nieve,
y despierta y se vuelve a dormir.

Nadie duerme en esta habitación sin
el sueño de una lengua común.

II.

Fue sencillo conocerte, sencillo dejar entrar tus ojos
en los míos, decir: estos son ojos que he conocido
desde el principio… Fue sencillo tocarte
contra el fondo macheteado, el grano de lo que hemos
sido, las elecciones, los años… incluso fue sencillo
tomar la vida de la otra con las manos, como cuerpos.

Lo que no fue sencillo: despertar del ahogo
del océano que nos golpeaba por dentro como una placenta
hacia esta singularidad común, aguda,
estos dos seres que han caminado media vida sin tocar—
despertar en algo engañosamente sencillo: un vaso
cubierto por el rocío, el sonido del teléfono, el grito
de alguien siendo golpeado afuera en la calle
haciéndonos a ambas escuchar nuestro grito interno

conociendo la mente del asaltante y el asaltado
como toda mujer que quiere sobrevivir en esta ciudad,
en este siglo, en esta vida…
ambas habiendo amado la carne en su firme o blanda belleza
más que a los árboles o la música (aunque amándolos también
como si fueran carne— lo son—pero son la carne
de seres por descubrir aún en nuestra vida mayormente literal.)

III.

Es sencillo despertar con una extraña,
vestirse, salir, tomar café
y volver a integrarse a la vida. No es sencillo
despertar en un vecindario
de alguien que no es ni extraña ni conocida
en quien hemos elegido confiar. Confiar, no confiar,
nos hemos rebajado a esto, nos permitimos
descender poco a poco sobre una cuerda temblorosa
sobre lo inexplorado… Nosotras lo hicimos. Concebibles
para la otra, nos concebimos tú y yo en una oscuridad
que recuerdo anegada de luz.
A esto quiero decirle vida.

Pero no puedo decirle vida hasta que empecemos
a alejarnos de este secreto círculo de fuego
donde nuestros cuerpos son sombras enormes tiradas contra un muro
donde la noche se convierte en nuestra oscuridad interior y duerme
como una bestia estúpida, la cabeza entre las patas, en un rincón.


SEPARACIONES

I.

Mi cuerpo se abre sobre San Francisco como el día—
la lluvia cae cada poro llora por el cambio de la luz
no estoy con ella he estado durmiendo y despertando
toda la noche con ese dolor no es sólo la ausencia sino
la presencia del pasado destructiva
vivir aquí y ahora Pero si yo pudiera educarme
a mí misma, si pudiéramos aprender a aprender del dolor
incluso cuando recién nos agarra si la mente, la mente que vive
en este cuerpo pudiera negarse a ser aplastada
por ese agarre se relajaría El dolor tendría que alejarse
de mi y escuchar su oscuro aliento todavía sobre mí
pero la mente podría empezar a hablarle al dolor
y el dolor tendría que responder:
Ya estamos viejos
ya nos hemos encontrado estas son mis manos ante a tus ojos
mi figura se borraría todo lo que no es mío
yo soy el dolor de la división el creador de divisiones
soy yo el que borra a tu amante
y no las zonas horarias o las millas
no es la separación la que me llama sino yo
que soy la separación Y recuerda
no tengo existencia alguna más que en ti

II.

Me parece que ahora estoy eligiendo algo
no sufrir sin un motivo pero aun así sentir
¿Acaso el infante memoriza el cuerpo de su madre
y logra crearla en su ausencia? ¿o simplemente llora
en su soledad primordial? ¿acaso el lecho del río
que fue desviado de luto recuerda la humedad?
Pero nosotros, vivimos tanto en estas
configuraciones del pasado que elijo
separarla del pasado que no compartimos
elijo no sufrir inútilmente
detectar el dolor primordial cuando me acosa
y dirige su tenue antorcha a mis ojos borrando
sus ser particular los detalles de su amor
no seré separada de ella o de mí misma
por los mitos de la separación
mientras su mente y su cuerpo en Manhattan están conmigo más
que el aroma del eucalipto serenamente ardiente en estas colinas

III.

El mundo me dice que soy esta criatura
inspeccionada por ojos frotada por manos
quiero buscar refugio dentro de ella apoyar mi cabeza
en el espacio entre su pecho y su hombro
renunciando al poder por amor
como hacen las mujeres o escondiéndome
del poder en su amor como un hombre
rechazo lo dado la separación
entre el amor y la acción estoy eligiendo
no sufrir inútilmente y no usarla
elijo amar esta vez por una vez
con toda mi inteligencia.


PAULA BECKER A CLARA WESTHOFF

Paula Becker (1876-1907) y Clara Westhoff (1878-1954) se hicieron amigas en Worpswede, una colonia e artistas cerca de Bremen, en Alemania, en el verano de 1899. En enero de 1900 pasaron un año juntas en París, donde Paula pintaba y Clara estudiaba escultura con Rodin. En agosto regresaron a Worpswede y pasaron juntas el verano siguiente en Berlín. En 1901 Clara se casó con el poeta Rainer Maria Rilke, poco después Paula se casó con el pintor Otto Modersohn. Murió de una hemorragia después de un parto, murmurando: “¡Qué lástima!”.


El otoño parece haber disminuido su velocidad,
el verano aun persiste, incluso la luz
pareciera durar más de lo que debería
o quizás la estoy usando para negarlo.
La luna gira en el aire. No deseaba este niño.
Eres la única a quien se lo he dicho.
Quizás deseo tener un hijo, pero no ahora.
Otto tiene una forma tranquila y complaciente
de seguirme con la mirada, como si dijera:
¡Pronto vas a estar muy ocupada!
Y si, así será. Este niño será mío
no suyo. El fracaso, si es que fracaso
será completamente mío. No somos buenas, Clara,
no aprendimos a evitar estas cosas,
y cuando tenga a mi hijo será nuestro.
Últimamente me siento lejos de Otto y de todos.
Ahora sé cuál es el tipo de trabajo que debo hacer.
¡Necesito tanta energía! Tengo la sensación de que
me estoy mudando, con paciencia y sin ella,
en mi soledad. Incansable, busco en la naturaleza
nuevas formas y viejas formas en nuevos lugares,
una boca clásica, por decir algo, entre las hojas.
Sé y no sé
qué es lo que busco.
Recuerda esos meses juntas en el estudio,
tus fuertes antebrazos cubiertos de arcilla húmeda,
yo intentando hacer algo con las extrañas impresiones
que me perseguían—las flores japonesas
y los pájaros sobre la seda, los borrachos
refugiándose en el Louvre, la luz del río,
esos rostros… ¿Sabíamos exactamente
por qué estábamos ahí? París te molestaba,
encontrabas que era demasiado, aún así continuabas
con tu trabajo… y después nos encontramos ahí,
las dos casadas y pensé que tanto tú como Rilke
parecían molestos. Sentí una especie de aburrimiento
entre ustedes. Por supuesto, él y yo
no somos fáciles. Quizás yo estaba celosa
de él, para empezar, por alejarte de mí,
quizás me casé con Otto para llenar
esa soledad de estar sin ti.
Rainer, por supuesto, sabe más que Otto,
él cree en las mujeres. Pero se alimenta de nosotras,
como todo los hombres. Toda su vida, su arte,
es protegido por mujeres. ¿Quién más podría decir eso?
¿Quién de nosotros, Clara, no ha tenido que dar el salto
más allá de nuestro ser mujeres para salvar
nuestro trabajo como si nos salváramos a nosotras?
El matrimonio es más solitario que la soledad.
Te cuento algo, soñé que moría
pariendo a este niño.
No podía pintar, ni hablar, ni siquiera moverme.
Mi hijo—creo—me sobrevivía. Pero lo divertido
del sueño era que Rainer escribía mi requiem—
un largo y hermoso poema donde me llamaba amiga.
Yo era tu amiga
pero en el sueño no decías ni una palabra.
En el sueño su poema era como una carta
a alguien que no tiene derecho
a estar ahí, pero que debe ser tratado como un huésped
que llega el día equivocado. Clara, ¿por qué no sueño contigo?
Esa foto donde estamos juntas—todavía la tengo,
tú y yo mirándonos fijamente
y mi cuadro atrás de nosotros. ¡Cómo trabajábamos
lado a lado! Y cómo hemos trabajado desde entonces
intentando seguir creando de acuerdo a nuestro plan
de traer, contra toda posibilidad, todo nuestro poder
a cada tema. Guardarnos nada
porque somos mujeres. Clara, nuestra fuerza aun está
en las cosas de las que solíamos hablar:
en cómo la vida y la muerte se toman de las manos,
la lucha por la verdad, nuestra palabra contra la culpa.
Y ahora siento que se acerca el amanecer un nuevo día.
Amo despertar en mi estudio, ver mis cuadros
cobrar vida con la luz. A veces siento
que soy yo la que patea dentro de mí,
yo a la que debo amamantar, amor…
Ojala hubiésemos podido hacer esto por nosotras
por toda la vida, pero no podemos…
Dicen que una mujer embarazada
sueña con su propia muerte. Pero la vida y la muerte
se toman de las manos. Clara, me siento tan llena
de trabajo, de la vida que veo venir, de amor
por ti, quien, entre todas las personas,
sin importar lo mal que diga esto
escuchará todo lo que digo y lo que no puedo decir.

*

ORIGINS AND HISTORY OF CONSCIOUSNESS

I

Night-life. Letters, journals, bourbon
sloshed in the glass. Poems crucified on the wall,
dissected, their bird-wings severed
like trophies. No one lives in this room
without living through some kind of crisis.

No one lives in this room
without confronting the whiteness of the wall
behind the poems, planks of books,
photographs of dead heroines.
Without contemplating last and late
the true nature of poetry. The drive
to connect. The dream of a common language.

Thinking of lovers, their bind faith, their
experienced crucifixions,
my envy is not simple. I have dreamed of going to bed
as walking into clear water ringed by a snowy wood
white as cold sheets, thinking, I’ll freeze in there.
My bare feet are numbed already by the snow
but the water
is mild, I sink and float
like a warm amphibious animal
that has broken the net, has run
through fields of snow leaving no print;
this water washes off the scent—
You are clear now
of the hunter, the trapper
the wardens of the mind—

yet the warm animal dreams on
of another animal
swimming under the snow-flecked surface of the pool,
and wakes, and sleeps again.

No one sleeps in this room without
the dream of a common language.

II.

It was simple to meet you, simple to take your eyes
into mine, saying: these are eyes I have known
from the first…. It was simple to touch you
against the hacked background, the grain of what we
had been, the choices, years…. It was even simple
to take each other’s lives in our hands, as bodies.

What is not simple: to wake from drowning
from where the ocean beat inside us like an afterbirth
into this common, acute particularity
these two selves who walked half a lifetime untouching—
to wake to something deceptively simple: a glass
sweated with dew, a ring of the telephone, a scream
of someone beaten up far down in the street
causing each of us to listen to her own inward scream

knowing the mind of the mugger and the mugged
as any woman must who stands to survive this city,
this century, this life…
each of us having loved the flesh in its clenched or loosened beauty
better than trees or music (yet loving those too
as if they were flesh—and they are—but the flesh
of beings unfathomed as yet in our roughly literal life).

III.

It’s simple to wake from sleep with a stranger,
dress, go out, drink coffee,
enter a life again. It isn’t simple
to wake from sleep into the neighborhood
of one neither strange nor familiar
whom we have chosen to trust. Trusting, untrusting,
we lowered ourselves into this, let ourselves
downward hand over hand as on a rope that quivered
over the unsearched…. We did this. Conceived
of each other, conceived each other in a darkness
which I remember as drenched in light.
I want to call this, life.

But I can’t call it life until we start to move
beyond this secret circle of fire
where our bodies are giant shadows flung on a wall
where the night becomes our inner darkness, and sleeps
like a dumb beast, head on her paws, in the corner.


SPLITTINGS

I

My body opens over San Francisco like the day –
light raining down each pore crying the change of light
I am not with her I have been waking off and on
all night to that pain not simply absence but
the presence of the past destructive
to living here and now Yet if I could instruct
myself, if we could learn to learn from pain
even as it grasps us if the mind, the mind that lives
in this body could refuse to let itself be crushed
in that grasp it would loosen Pain would have to stand
off from me and listen its dark breath still on me
but the mind could begin to speak to pain
and pain would have to answer:
We are older now
we have met before these are my hands before your eyes
my figure blotting out all that is not mine
I am the pain of division creator of divisions
it is I who blot your lover from you
and not the time-zones or the miles
It is not separation calls me forth but I
who am separation And remember
I have no existence apart from you

II

I believe I am choosing something now
not to suffer uselessly yet still to feel
Does the infant memorize the body of the mother
and create her in absence? or simply cry
primordial loneliness? does the bed of the stream
once diverted mourning remember the wetness?
But we, we live so much in these
configurations of the past I choose
to separate her from my past we have not shared
I choose not to suffer uselessly
to detect primordial pain as it stalks toward me
flashing its bleak torch in my eyes blotting out
her particular being the details of her love
I will not be divided from her or from myself
by myths of separation
while her mind and body in Manhattan are more with me
than the smell of eucalyptus coolly burning on these hills

III

The world tells me I am its creature
I am raked by eyes brushed by hands
I want to crawl into her for refuge lay my head
in the space between her breast and shoulder
abnegating power for love
as women have done or hiding
from power in her love like a man
I refuse these givens the splitting
between love and action I am choosing
not to suffer uselessly and not to use her
I choose to love this time for once
with all my intelligence.


PAULA BECKER TO CLARA WESTHOFF

Paula Becker (1876-1907) and Clara Westhoff (1878-1954) became friends at Worpswede, an artist's olony near Bremen, Germany, summer 1899. In January 1900, spent a half-year together in Paris, where Paula painted and Clara studied sculpture with Rodin. In August they returned to Worpswede, and spent the next winter together in Berlin. In 1901, Clara married the poet Rainer Maria Rilke; soon after, Paula married the painter Otto Modersohn. She died in a hemorrhage after childbirth, murmuring, What a shame!


The autumn feels slowed down,
summer still holds on here, even the light
seems to last longer than it should
or maybe I'm using it to the thin edge.
The moon rolls in the air. I didn't want this child.
You're the only one I've told.
I want a child maybe, someday, but not now.
Otto has a calm, complacent way
of following me with his eyes, as if to say
Soon you'll have your hands full!
And yes, I will; this child will be mine
not his, the failures, if I fail
will all be mine. We're not good, Clara,
at learning to prevent these things,
and once we have a child it is ours.
But lately I feel beyond Otto or anyone.
I know now the kind of work I have to do.
It takes such energy! I have the feeling I'm
moving somewhere, patiently, impatiently,
in my loneliness. I'm looking everywhere in nature
for new forms, old forms in new places,
the planes of an antique mouth, let's say, among the leaves.
I know and do not know
what I am searching for.
Remember those months in the studio together,
you up to your strong forearms in wet clay,
I trying to make something of the strange impressions
assailing me—the Japanese
flowers and birds on silk, the drunks
sheltering in the Louvre, that river-light,
those faces...Did we know exactly
why we were there? Paris unnerved you,
you found it too much, yet you went on
with your work...and later we met there again,
both married then, and I thought you and Rilke
both seemed unnerved. I felt a kind of joylessness
between you. Of course he and I
have had our difficulties. Maybe I was jealous
of him, to begin with, taking you from me,
maybe I married Otto to fill up
my loneliness for you.
Rainer, of course, knows more than Otto knows,
he believes in women. But he feeds on us,
like all of them. His whole life, his art
is protected by women. Which of us could say that?
Which of us, Clara, hasn't had to take that leap
out beyond our being women
to save our work? or is it to save ourselves?
Marriage is lonelier than solitude.
Do you know: I was dreaming I had died
giving birth to the child.
I couldn't paint or speak or even move.
My child—I think—survived me. But what was funny
in the dream was, Rainer had written my requiem—
a long, beautiful poem, and calling me his friend.
I was your friend
but in the dream you didn't say a word.
In the dream his poem was like a letter
to someone who has no right
to be there but must be treated gently, like a guest
who comes on the wrong day. Clara, why don't I dream of you?
That photo of the two of us—I have it still,
you and I looking hard into each other
and my painting behind us. How we used to work
side by side! And how I've worked since then
trying to create according to our plan
that we'd bring, against all odds, our full power
to every subject. Hold back nothing
because we were women. Clara, our strength still lies
in the things we used to talk about:
how life and death take one another's hands,
the struggle for truth, our old pledge against guilt.
And now I feel dawn and the coming day.
I love waking in my studio, seeing my pictures
come alive in the light. Sometimes I feel
it is myself that kicks inside me,
myself I must give suck to, love...
I wish we could have done this for each other
all our lives, but we can't...
They say a pregnant woman
dreams her own death. But life and death
take one another's hands. Clara, I feel so full
of work, the life I see ahead, and love
for you, who of all people
however badly I say this
will hear all I say and cannot say.


24 septiembre, 2015

Dos poemas de John Wheelwright



Estos dos poemas de John Wheelwright fueron tomados de sus Collected Poems, publicados por New Directions en 1971.


¿POR QUÉ TIENES QUE SABERLO?

para Ethel Ripley Thayer

–¿Qué fue eso que escuchamos
caer sobre la nieve?
–“Era un pájaro congelado.
¿Por qué tienes que saberlo?”
Toda la aburrida tierra sabe lo bueno
que es el aire, con garras y alas,
lágrimas por las preguntas dispersas
que arden en el fuego de nuestra sangre.”
–Deja que las garras y el pico del aire
se lleven mis acciones lejos,
donde ninguna primavera deshiela
la escarcha para sus semillas”.
–“Uno podría descifrar cada sonido
que la sangre circulante podría decir
que escuchó la sílaba diurna
al yacer muy pegado al suelo”.
–“Mi carne, mis huesos y tendones
Podrían ahora discernir
las aguas ocultas en ti
Tierras y aguas que arden”.
–“Aquel que regresa a la tierra
halla consuelo en su peso, y hondo
escucha la sangre siempre sostener
el silencio entre las gotas de lluvia”.


FAMILIAR

para James Laughlin IV

Oh, dorado palacio estatal de Boston; ¡oh, reluciente cabello irlandés!
Vi a Lady Bountiful dando un paseo bajo la clara luz del sol.
Una chica atractiva, si no tuviera labios en lugar de párpados.
Pensé haber visto a dos personas distintas, y me confundí.
Verás, esto fue lo que pasó... Lady Bountiful iba modesta, incluso elegantemente
vestida en dos dimensiones, pero la sombra de Lady Bountiful
tenía tres dimensiones, y se arrastraba detrás de ella como
el hedor de los eructos de un carterista de sirvientas galesas.

*

WHY MUST YOU KNOW?

For Ethel Ripley Thayer

–“What was that sound we heard
fall on the snow?”
–“It was a frozen bird.
Why must you know?
All the dull earth knows the good
that the air, with claws and wings
tears to the scattered questionings
which burn in fires of our blood.”
–“Let the air’s beak and claws
carry my deeds
far, where no springtime thaws
the frost for their seeds.”
–“One could fathom every sound
that the circling blood can tell
who heard the diurnal syllable,
while lying close against the ground.”
–“My flesh, bone and sinew
now would discern
hidden waters in you
Earth, waters that burn.”
–“One who turns to earth again
finds solace in its weight; and deep
hears the blood forever keep
the silence between drops of rain.”


FAMILIAR

For James Laughlin IV

O, gilded Boston State House; O, gleaming Irish hair!
I saw Lady Bountiful taking a walk in clean sunlight.
A goodlooking girl, if only she hadn’t lips for eyelids.
I thought I saw two persons, and I got all mixed up.
You see, it was this way…Lady Bountiful was modestly, even stylishly
dressed in two dimensions. But Lady Bountiful’s shadow
had three dimensions, and crept behind like
pickpocket stenches of belches of Welch wenches.


23 septiembre, 2015

Cuatro poemas de Denise Levertov



Estos poemas de Denise Levertov (1923-1997) fueron tomados del libro que reúne los libros The Jacob's Ladder (1961), O Taste and See (1964) y The Sorrow Dance (1967), publicado por New Directions en 1983.


SALMO RELATIVO AL CASTILLO

Déjame estar en el lugar del Castillo.
Deja que el castillo esté dentro de mí.
Deja que se eleve firme desde el foso.
Deja que las aguas del foso reflejen el verde plumaje de los patos, deja que las conchas de las tortugas acuáticas quiebren la superficie o que sean vistas a través de profundas oleadas.
Deja que la caballería se posicione al borde del pozo con un perro que esté siempre alerta y siempre a punto de quedarse dormido.
Deja que el espacio bajo el primer piso sea oscuro, deja que el agua lama los postes de piedra y que una vívida baba verde resplandezca sobre ellos; deja un bote en ese lugar.
Deja que las cariátides del segundo puso sean osos que sostengan vigas que sean dragones.
Sobre los parapetos de la habitación central deja cuatro arqueros, mirando a los cuatro horizontes. Dentro, deja que el príncipe se sienta en casa, déjalo reflexionar profundamente, en paz, con todas las ventanas abiertas hacia las galerías.
Deja que la joven reina se siente en lo alto, en el aire helado, con su niño en brazos; déjala ver con alegría al gran círculo, las sombras del peregrino, el trabajo del sol y el juego del viento. Déjala caminar de aquí para allá. Deja que las columnas sostengan el techo, deja que los pisos sostengan las columnas, deja un espacio oscuro bajo el piso inferior, deja que el castillo se eleve firme desde el pozo, deja que el pozo sea un aniño y que sus aguas sean profundas, deja que los guardias lo cuiden, deja amplias tierras alrededor, deja que ese reino esté dentro de mí, déjame estar donde está.


EL DOLOR DEL MATRIMONIO

El dolor del matrimonio:

muslo y lengua, amado,
cargan su peso,
palpita en los dientes

buscamos la comunión
y somos rechazados, amado,
todos y cada uno

Es un leviatán y nosotros
buscamos la felicidad
en su estómago, alguna felicidad
inconcebible fuera de él

en el arco del dolor que causa
de a dos en dos.


CANCIÓN DE AMOR (Audio del poema aquí)

Tu belleza, que una vez perdí de vista
por un montón de tiempo, es larga,
no es simétrica y posee
los colores de la tierra que me hacen verla.

Una larga belleza, ¿qué es eso?
una canción
que puede ser cantada una y otra vez
largas notas o largos huesos.

El amor es un paisaje las largas montañas
definen pero no
nos separan de la
distancia invisible.

En otoño, en otoño,
tus árboles estiran
sus largos brazos desde mangas
de tierra roja y

cielo amarillo, un poco
recortado. Doy
largos paseos a su lado. Las uvas
que necesitan escarcha para madurar
parecen ámbar y crecen profundo en el
seto, medio escondidas,
así como tu belleza crece en largos bucles
medio oculta en lo oscuro.


LOS ELFOS

Los elfos no son más chicos
que los humanos y caminan,
como los humanos, en este mundo,
pero con más gracia que la mayoría
y no son inmortales.

Su belleza los separa
de los demás hombres y mujeres
a menos que una mujer posea ese fuego frío
llamado poeta: con es

puede verlos y por su luz
ellos la conocen y no le temen
y plateadas lenguas de amor
centellean entre ellos.

*

PSALM CONCERNING THE CASTLE

Let me be at the place of the castle. 
Let the castle be within me. 
Let it rise foursquare from the moat's ring. 
Let the moat's waters reflect green plumage of ducks, let the shells of swimming turtles break the surface or be seen through the rippling depths. 
Let horsemen be stationed at the rim of it, and a dog, always alert on the brink of sleep. 
Let the space under the first storey be dark, let the water lap the stone posts, and vivid green slime glimmer upon them; let a boat be kept there. 
Let the caryatids of the second storey be bears upheld on beams that are dragons. 
On the parapet of the central room, let there be four archers, looking off to the four horizons. Within, let the prince be at home, let him sit in deep thought, at peace, all the windows open to the loggias. 
Let the young queen sit above, in the cool air, her child in her arms; let her look with joy at the great circle, the pilgrim shadows, the work of the sun and the play of the wind. Let her walk to and fro. Let the columns uphold the roof, let the storeys uphold the columns, let there be dark space below the lowest floor, let the castle rise foursquare out of the moat, let the moat be a ring and the water deep, let the guardians guard it, let there be wide lands around it, let that country where it stands be within me, let me be where it is.


THE ACHE OF MARRIAGE

The ache of marriage:

thigh and tongue, beloved,
are heavy with it,
it throbs in the teeth

We look for communion
and are turned away, beloved,
each and each

It is leviathan and we
in its belly
looking for joy, some joy
not to be known outside it

two by two in the ark of
the ache of it.


LOVE SONG (Audio del poema aquí)

Your beauty, which I lost sight of once
for a long time, is long,
not symmetrical, and wears
the earth colors that make me see it.

A long beauty, what is that?
A song
that can be sung over and over,
long notes or long bones.

Love is a landscape the long mountains
define but don’t
shut off from the
unseeable distance.

In fall, in fall,
your trees stretch
their long arms in sleeves
of earth-red and

sky-yellow, a little
lop-sided. I take
long walks among them. The grapes
that need frost to ripen them

are amber and grow deep in the
hedge, half-concealed,
the way your beauty grows in long tendrils
half in darkness.


THE ELVES

Elves are no smaller
than men, and walk
as men do, in this world,
but with more grace than most,
and are not immortal.

Their beauty sets them aside
from other men and from women
unless a woman has that cold fire in her
called poet: with that

she may see them and by its light
they know her and are not afraid
and silver tongues of love
flicker between them.


22 septiembre, 2015

Dos poemas de Elizabeth Bishop



EL MAPA

La tierra yace bajo el agua: verde bajo las sombras.
Son sombras o acaso son aguas bajas cuyas orillas
señalan la línea que separa el mar y el arrecife
donde las algas cuelgan simples del azul al verde.
¿O la tierra se asoma para levantar el mar desde abajo,
acercándolo tranquilamente a su alrededor?
A lo largo del estante fino, tostado y arenoso,
¿está la tierra tironeando el mar desde abajo?

La sombra de Terranova acostada y quieta.
La de Labrador es amarilla donde el esquimal soñador
la engrasó. Podemos acariciar estas hermosas bahías
bajo un cristal como si alguien esperara verlas florecer
o proporcionar una jaula limpia al pez invisible.
Los nombres de los pueblos costeros corren hacia el mar,
los nombres de ciudades cruzan las montañas vecinas:
—el impresor aquí experimenta la misma excitación
que cuando la emoción excede demasiado a su causa.
Estas penínsulas toman el agua entre el pulgar y el índice
como mujeres al comprobar la suavidad de las telas.

Las aguas de un mapa están más quietas que la tierra,
al prestar a esta la conformación de sus propias olas,
y la liebre de Noruega corre nerviosa hacia el sur,
los perfiles investigan el mar, donde está la tierra.
¿Los colores son asignados o los países pueden escogerlos?
—Cuál corresponde mejor al carácter o a las aguas nativas.
La topografía no tiene favoritos; el Norte está tan cerca como el Oeste.
Los colores de los cartógrafos son más delicados que los de los historiadores.


UN ARTE

El arte de perder no es difícil de dominar;
tantas cosas parecen cargadas del deseo
de perderse que su pérdida no es un desastre.

Pierde algo todos los días. Acepta el revuelo
de las llaves perdidas y la hora desperdiciada.
El arte de perder no es difícil de dominar.

Luego practica pérdidas mayores, con rapidez:
lugares y nombres y cuál era el lugar donde querías
viajar. Nada de esto se acercará a un desastre.

Yo perdí el reloj de mi madre. ¡Y miren! Mi última
o casi última casa de tres ha desaparecido.
El arte de perder no es difícil de dominar.

Perdí dos ciudades, hermosas ambas. Y reinos
más grandes que fueron míos, dos ríos, un continente.
Los extraño, pero no se trató de un desastre.

—Incluso al perderte a ti (la voz juguetona, un gesto
que amo) no habré mentido. Es evidente que
el arte de perder no es demasiado difícil de dominar
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.

*

THE MAP

Land lies in water; it is shadowed green
Shadows, or are they shallows, at its edges
showing the line of long sea-weeded ledges
where weeds hang to the simple blue from green.
Or does the land lean down to lift the sea from under,
drawing it unperturbed around itself?
Along the fine tan sandy shelf
is the land tugging at the sea from under?

The shadow of Newfoundland lies flat and still.
Labrador’s yellow, where the moony Eskimo
has oiled it. We can stroke these lovely bays,
Under a glass as if they were expected to blossom,
or as if to provide a clean cage for invisible fish.
The names of seashore towns run out to sea,
the names of cities cross the neighboring mountains
–the printer here experiencing the same excitement
as when emotion too far exceeds its cause.
These peninsulas take the water between thumb and finger
like women feeling for the smoothness of yard-goods.

Mapped waters are more quiet than the land is,
lending the land their waves’ own conformation:
and Norway’s hare runs south in agitation,
profiles investigate the sea, where land is.
Are they assigned, or can the countries pick their colors?
–What suits the character or the native waters best.
Topography displays no favorites; North’s as near as West.
More delicate than the historians’ are the map-makers’ colors.


ONE ART 

The art of losing isn’t hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.

Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother’s watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn’t a disaster.

—Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.

21 septiembre, 2015

'Puerta escondida' de Lawrence Ferlinghetti



Este poema fue escrito por Lawrence Ferlinghetti durante su viaje a Chile, Bolivia y Perú en 1960, pero fue recién publicado en 1967 en su libro Starting from San Francisco publicado por New Directions. La primera versión de este poema fue leída en el Primer Congreso de Escritores Americanos organizado por la Universidad de Concepción y fue escrita después de la visita de los escritores a la mina de carbón de Lota, situación que impactó violentamente a Ferlinghetti y motivó este poema. 


PUERTA ESCONDIDA

Puerta escondida secreto muerto
que es la Madre
Puerta escondida secreto muerto
que es el Padre
Puerta escondida secreto muerto
de nuestra vida enterrada
Puerta escondida tras el cual el hombre lleva
sus huellas por las calles
Puerta escondida de barro donde manos golpean
Puerta escondida sin manillas
cuya vida está hecha de golpes
de manos y pies
¡Pobre mano pobre pie pobre vida!
Puerta escondida con pelo en lugar de bisagras
Puerta escondida con labios en lugar de pestillo
Puerta escondida con llaves en lugar de llaves
Puerta escondida autobiografía de la humanidad
Puerta escondida diccionario del universo
Puerta escondida palimpsesto de mí mismo
Puerta escondida de la cual estoy hecho
con estos palitos por miembros
Puerta escondida falacia patética
de la evidencia de los sentidos
y de la naturaleza de la realidad
Puerta escondida en los ojos ciegos de las termitas
que golpean y golpean
Puerta escondida hombre ciego con una taza de latón
en el empedrado de la esquina sordo y mudo
Puerta escondida pitido de un tren perdido
en el libro de la noche
Puerta escondida en las ruedas de la noche que sigo torpe
como un rinoceronte que bebe en las ciudades
Puerta escondida de alas de paloma mensajera
que han olvidado a medias
su destino
Puerta escondida esa patinada de ala de avión en el espacio
arrojando una sombra de piedra
en el reloj solar de la tierra
Puerta escondida vagón volador de la historia
Puerta escondida del suicidio de Cristo
Puerta escondida del domingo sin iglesia
Puerta escondida de rostros animales risas animales sueños animales
y puerta escondida del hombre de Cromañón
entre las máquinas
y puerta escondida de aún no recopilado
Inconsciente Colectivo
Puerta escondida en pizarrones de salas de clases
a lo largo de Europa
Puerta escondida oscuro bosque norteamericano
noc noc en Dakota del norte
Puerta escondida que aletea sobre Norteamérica
y se inclina sobre san Francisco
y golpea sobre el Océano Pacífico
yéndose por siempre hacia el sur
hacia Tierra del Fuego
con un noc noc sonando bajo tierra
en la puerta perdida de las minas de carbón de Lota
Puerta escondida tabla de surf hacia la costa luminosa y perdida
y puerta escondida a flote sobre las mareas
como la tapa de un ataúd de un naufragio
llevando ciegas bocas ciegos pechos y ciegas ideas
a lo largo de los siglos
Puerta escondida ángel del mar albatros arrojado a la playa
chorreando esperma marina de amor en treinta idiomas
y el barco del amor en la vida
hundido por el calamar venenoso del odio
Puerta escondida pájaro de alas dobles serpiente emplumada
pegada a la luna encendida por siempre borracha en el tiempo
aleteando suelta en la eternidad
Puerta escondida de la vida mística del futuro
entre la gran nube de Magallanes
y la puerta escondida de mi equivocado
ser visionario
Puerta escondida puente de cuerda de San Luis que es un hombre
colgado entre la naturaleza y el espíritu
Puerta escondida del espíritu visto como una cosa carnosa
y puerta escondida de ojos y vulvas
que todavía se abren con una llave
de cartílago y carne
y perta escondida momia inca congelada
príncipe en El Plomo
cogido hasta la muerte en un sacrificio al dios sol
Puerta escondida taza de latón de un hermano enmudece
encogido en una esquina del Cusco
tocando su flauta de bambú
en la medianoche de la coca
Puerta escondida de Los Andes a diez mil pies de altura
en una niebla desgarrada de ruinas y horizontes rojos
con una línea costera que cuelga por debajo
todavía perdida entre los conquistadores
caballos perros y leyes incomprensibles
Puerta escondida río salvaje del Urubamba
sobre el cual aun flota en algún lugar
la yerba perdida que separa el alma del cuerpo
y la puerta escondida que es esa yerba
y la puerta escondida que es esa separación
y la puerta escondida hecha de espejos
sobre las aguas de este río
más allá del cual no puedo verme
porque mi cuerpos se interpone
Puerta escondida a través de la cual por fin veo
más allá de la amada bolsa de huesos
que he dejado desnuda sobre una roca
Puerta escondida hacia la cual trepo sin peluca
más allá de ese río
Puerta escondida a través de la cual caigo por fin
en el perdido fin del día
Para cuando llegamos a
Machu Picchu
Es la hora del crepúsculo
Algunos indios bailan
Tocan sus flautas
Y golpean sus tambores

(Chile – Perú, Enero-Febrero, 1960)

*

HIDDEN DOOR

Hidden door dead secret
which is Mother
Hidden door dead secret
which is Father
Hidden door dead secret
of our buried life
Hidden door behind which man carries
his footprints along the streets
Hidden door of clay hands knocking
Hidden door without handles
whose life is made of knocks
by hand and foot
Poor hand poor foot poor life!
Hidden door with hair for hinges
Hidden door with lips for latches
Hidden door with skeletons for keys
Hidden door autobiography of humanity
Hidden door dictionary of the universe
Hidden door palimpsest of myself
Hidden door I'm made of
with my sticks of limbs
Hidden door pathetic fallacy
of the evidence of the senses
as to the nature of reality
Hidden door in blind eyes of termites
that knock knock
Hidden door blind man with tin cup
on a stone corner deaf and dumb
Hidden door train-whistle lost
in book of night
Hidden door on night's wheels I blundering follow
like a rhinoceros drinking through cities
Hidden door of carrier-pigeons' wings
which have half-forgotten
their destination
Hidden door plane's wing that skid in space
casting stone shadow
on sundial of earth
Hidden door flying boxcar of history
Hidden door of Christ's suicide
Hidden door of Sunday without church
Hidden door of animal faces animal laughter animal dreams
and hidden door Cro-Magnon Man
among machines
and hidden door of his still uncollected
Collective Unconscious
Hidden door on classroom blackboards
all over Europe
Hidden door dark forest of America
knock knock in North Dakota
Hidden door that wings over America
and slants over San Francisco
and slams into the Pacific
drifting eternally southward
to Tierra del Fuego
with a knock knock undersea
at lost door of Lota coal mines
Hidden door surfboard to lost shore of light
and hidden door floated up on tides
like a shipwrecked coffinlid
bearing blind mouths blind breasts blind thought
through the centuries
Hidden door sea-angel cast-up Albatross
spouting seasperm of love in thirty languages
and the love-ship of life
sunk by the poison-squid of hate
Hidden door double-winged sticky-bird plumed serpent
stuck to moon afire forever drunk in time
flapping loose in eternity
Hidden door of the future mystic life
among Magellan's nebulae
and hidden door of my mislaid
visionary self
Hidden door San Luis rope-bridge which is man
hung between nature and spirit
Hidden door of the spirit seen as a fleshy thing
and hidden door of eyes and vulvas
that still open only with a key
of cartilage and flesh
and hidden door frozen Inca mummy
Prince of the Plomo
fucked to death in sun-god sacrifice
Hidden door tin cup of blind brother mutes
crouched on a Cuzco corner
blowing bamboo flutes
at coca midnight
Hidden door of the Andes at ten thousand feet
in a ragged mist of ruins and red horizons
with a seacoast hung below
still lost among conquistadors
horses dogs and incomprehensible laws
Hidden door wild river of the Urubamba
upon which still floats somewhere
the lost herb that separates soul from body
and hidden door which is itself that herb
and hidden door which is that separation
and hidden door made of mirrors
on the waters of this river
in which I cannot see beyond myself
because my body's in the way
Hidden door at last I see through
beyond dear body bag of bones
which I leave naked on a rock
Hidden door I wigless climb to
beyond that river
Hidden door at last I fall through
in the lost end of day
It is dusk
by the time we get to
Machu Picchu
Some Indians go by dancing
playing their flutes
and beating drums

(Peru-Chile, January-February, 1960)

16 septiembre, 2015

Cuatro poemas de Frank O'Hara



He dos poemas  de Frank O'Hara tomados de sus Collected Poems y dos más publicados por Grove Press en el libro Meditations on an Emergency (1957).

POEMA

Luz claridad ensalada de palta en la mañana
después de tantas cosas terribles que hago es increíble
recibir perdón y amor, ni siquiera perdón
porque lo hecho hecho está y el perdón no es amor
y el amor es el amor nada malo puede pasar
aunque todo se vuelva desagradable aburrido y desechable
(en la imaginación) pero no realmente para el amor
aunque a una cuadra te sientas lejano la sola presencia
cambia todo como las gotas de un químico sobre un papel
y las ideas se desvanecen en un raro entusiasmo tranquilo
sólo tengo esta certeza, agudizada al respirar


POEMA

¡Corrí sobre la nieve como un joven zarévich!
Mi arma estaba cargada y los lobos disfrazados

de ninfas sobre árboles apuntaban a los padres
ocultos en agujeros de topos. ¡Les disparé entre

los ojos! Era más difícil de hallar a las madres,
se transformaban en viñedos, visiones

y abrevaderos, ¡pero busqué sus corazones
y ahí disparé! Después corrí sobre el papel,

un joven zarévich, fuerte en el blanco y en el frío,
y en el aire los poemas resplandecían como disparos.


SEGÚN EL PLAN

Después del primer vaso de vodka
puedes aceptar casi cualquier cosa
de la vida incluso tu propio misterio
te parece agradable que una cajita
de fósforos sea morada y café y se llame
La Petite y que venga de Suecia
porque son palabras que conoces y eso es
todo lo que conoces palabras no sus sentimientos
o lo que significan y tu escribes porque
las conoces no porque las entiendas
porque no las entiendes eres estúpido y flojo
y nunca serás grandioso pero haces
lo que sabes porque ¿qué más hay?


DESPUÉS DE VER “WASHINGTON CRUZANDO EL DELAWARE” DE LARRY RIVERS EN EL MUSEO DE ARTE MODERNO

Ahora que nuestro héroe ha regresado a nosotros
con sus pantalones blancos y sabes que su nariz
tiembla como una bandera bajo fuego,
vemos el frío y tranquilo río sostiene
a nuestras fuerzas, la hermosa historia.

Nuestro deseo es ser más revolucionarios
que una monja, ser seculares e íntimos
como, cuando al ver un casaca roja, sonríes
y tiras del gatillo. Ansiedades
y animosidades, ardiendo y alimentándose

de consideraciones teóricas y
las celosas espiritualidades de lo abstracto
¿el robot? no son más que humo, nubes encima
del acontecimiento físico. Se han quemado.
¡Vean lo libres que somos! una nación de personas.

Querido padre de nuestra patria, estabas tan vivo
que debes haber mentido todo el tiempo para ser
inmediato, aquí en mi pecho están tus huesos
cruzados como un fusil cubierto de óxido,
una bandera pirata, valerosamente específica

y siempre tan ligera en el brillo neblinoso
del cruce invernal sobre las aguas a una orilla
distinta a aquella hacia donde se estira un puente.
No dispares hasta que, el destello blanco de la libertad
sobre el cañón de tu fusil, veas el miedo general.

*

POEM

Light clarity avocado salad in the morning
after all the terrible things I do how amazing it is
to find forgiveness and love, not even forgiveness
since what is done is done and forgiveness isn't love
and love is love nothing can ever go wrong
though things can get irritating boring and dispensable
(in the imagination) but not really for love
though a block away you feel distant the mere presence
changes everything like a chemical dropped on a paper
and all thoughts disappear in a strange quiet excitement
I am sure of nothing but this, intensified by breathing


POEM

I ran through the snow like a young Czarevitch!
My gun was loaded and wolves disguised

as treed nymphs pointed out where the fathers
had hidden in gopher holes. I shot them right

between the eyes! The mothers were harder to find,
they changed themselves into grape arbors, vistas,

and water holes, but I searched for the heart
and shot them there! Then I ran through paper

like a young Czarevitch, strong in the white and cold,
where the shots hung glittering in air like poems.


AS PLANNED

After the first glass of vodka
you can accept just about anything
of life even your own mysteriousness
you think it is nice that a box
of matches is purple and brown and is called
La Petite and comes from Sweden
for they are words that you know and that
is all you know words not their feelings
or what they mean and you write because
you know them not because you understand them
because you don’t you are stupid and lazy
and will never be great but you do
what you know because what else is there?


ON SEEING LARRY RIVERS’ WASHINGTON CROSSING THE DELAWARE AT THE MUSEUM OF MODERN ART

Now that our hero has come back to us
in his white pants and we know his nose
trembling like a flag under fire,
we see the calm cold river is supporting
our forces, the beautiful history.

To be more revolutionary than a nun
is our desire, to be secular and intimate
as, when sighting a redcoat, you smile
and pull the trigger. Anxieties
and animosities, flaming and feeding

on theoretical considerations and
the jealous spiritualities of the abstract
the robot? they’re smoke, billows above
the physical event. They have burned up.
See how free we are! as a nation of persons.

Dear father of our country, so alive
you must have lied incessantly to be
immediate, here are your bones crossed
on my breast like a rusty flintlock,
a pirate’s flag, bravely specific

and ever so light in the misty glare
of a crossing by water in winter to a shore
other than that the bridge reaches for.
Don’t shoot until, the white of freedom glinting
on your gun barrel, you see the general fear.



15 septiembre, 2015

Tres poemas de Kenneth Patchen



Estos poemas pertenecen al libro Selected Poems de Kenneth Patchen, publicado por New Directions, pero fueron publicados originalmente entre 1936 y 1957.


LA MUERTE LOS ALEGRARÁ

Una niña recibió un juguete nuevo,
No era necesario darle cuerda y nunca se echaría a perder
Como ocurrirá con incluso lo mejor de todo

Y jugó todo el día con el juguete
Persiguiéndolo feliz sobre los adoquines del cielo
Hasta que rodó hacia los pies del mismísimo Dios

Quien dijo: “Ahora tienes que devolverlo”
Y señaló con el dedo a dos soldados que miraban
Esperanzados

“Tienes que comprender, es un juguete muy popular”.
Y se los lanzó a aquellos
Cuyos ojos miraban hacia arriba con sinceridad al acariciarlo.


EN MEMORIA DE KATHLEEN

Qué lamentable es su sueño.
Ahora que se ha detenido su aliento.
Nada que hay que falle esta noche,
Pájaro u hombre,
Tan querido como ella;
Ningún lugar donde pueda ir
Sin mí. Nada más que mi llamada.
Nada más que el frío grito de la nieve.
Qué solitaria parece
Yo, que no tengo un paraíso,
Indefenso y sin tierras,
Debo intentar soñar
Con las siete
Estrellas perdidas y cómo pusieron sus manos
Sobre sus ojos para que por siempre sepa
Nada hay peor que frío grito de la nieve


EL CIERVO Y LA SERPIENTE

El ciervo es humilde, tan dulce como Dios lo hizo
Observo sus ojos y pienso en la maravilla poseída

Estos extraños sacerdotes ingresan a la catedral del bosque
Y siete Marías purifican sus manos para cortejarlo

Alza una pezuña, una aguda daga—sus orejas
Puntudas como una cabeza coronada de hojas

Pero ataca la serpiente en un arco aterciopelado
De velocidad asesina—una asesina hermosa

Como el agua que bebe un cervatillo
Quédate ahí, para siempre, mientras el veneno trabaja

Mientras yo cuento los brazos de tu cruz
Lloro y pienso cuántos Cristos podrían colgar ahí.

*

DEATH WILL AMUSE THEM 

A little girl was given a new toy
That needed no winding and would never run down
As even the best of everything will

And all day she played with it
Following happily over the floor of heaven
Until finally it rolled to the feet of God Himself

Who said: “You must give it back now.”
Then He pointed down at two soldiers who were staring up
Hopefully

"You see, it is a very popular toy."
And He tossed it down to them
Whose eyes would stare up in earnest when they touched it.


IN MEMORY OF KATHLEEN

How pitiful is her sleep.
Now her breath is still.
There is nothing failing tonight,
Bird or man,
As dear as she;
Nowhere that she should go
Without me. None but my calling
Nothing but the cold cry of the snow.
How lonely does she seem
I, who have no heaven,
Defenseless, without lands,
Must try a dream
Of the seven
Lost stars and how they put their hands
Upon her eyes that she might ever know
Nothing worse than the cold cry of snow.


THE DEER AND THE SNAKE

The deer is humble, lovely as God made her
I watch her eyes and think of wonder owned

These strange priests enter the cathedral of woods
And seven Marys clean their hands to woo her

Foot lifted, dagger-sharp—her ears
Poised to their points like a leaf's head

But the snake strikes, in a velvet arc
Of murderous speed—assassin beautiful

As mountain water at which a fawn drank
Stand there, forever, while poison works

While I stand counting the arms of your Cross
Thinking that many Christs could hang there, crying.


14 septiembre, 2015

"Elegía al Che Guevara"' de Allen Ginsberg



Acá presento mi traducción del poema "Elegía al Che Guevara" de Allen Ginsberg, un poema apareció originalmente en el libro The Fall of America: Poems of These States 1965-1971 (1973).


ELEGÍA AL CHE GUEVARA

En el European Trib. un rostro de muchacho fotografiado ojos abiertos,
femenino joven sin barba niño radiante
acostado sonríes mirando hacia arriba
Tranquilo como si labios de damas besaran partes invisibles del cuerpo
Envejecido reposado angélico cadáver de muchacho
Perceptivo médico argentino, petulante militar en Cuba
pipa en la boca & fiel a tu diario
entre mosquitos del Amazonas
dormías en una colina, renunciaste al aburrido Trono de La Habana
Tu cuello es más sexy que los tristes cuellos viejos de Johnson
De Gaulle, Kosygin,
 o el cuello de John Kennedy agujereado por balas
Ojos más inteligentes miraron arriba hacia los diarios de la muerte
que preocupadas vivientes Cámaras del Congreso pasando
            pantallas de punto a la sombra de la TV, los ojos de vidrio
            de McNamara, Dulles en la vejez…

Mujeres con borsalinos sentadas en barrios lodosos a 3.350 metros en el Cielo
                        con dolor de cabeza en La Paz
vendiendo papas negras bajadas de los techos de tierra de las chozas
            en Puno y sus labios de montaña
habrían adorado tu deseo y besado tu Rostro
                                   nuevo Cristo
ellas levantarán una máscara guerrera con ojos de ampolleta roja
y blancos colmillos para asustar a los soldados fantasmas
            que dispararon a través de tus pulmones

¡Es increíble! un muchacho alejado del quirófano
                        o curar el ojo amarillo de la pampa
            para enfrentarse a los almacenes de Alcoa, a la Miriada Asesina
                                   de la Junta Directiva de United Fruit
Síndicos Fabricantes de Smog de la Universidad de Chicago
                        Abogados Fantasmas cercados de vuelta al muerto
                                   bufete Sullivan y Cromwell de John Foster Dulles
                        el bigote de Acheson, el sombrero huesudo de Truman
para enloquecer montar una mula en la jungla & apuntar el rifle a la OEA
            a las egóticas cortesías de Rusk, los metálicos despliegues del Pentágono
                        la épica de los publicistas y los intelectuales atontados
                                   desde el Time a la CIA

Un muchacho contra la Bolsa de Valores todo Wall Street grita
            Desde que Norris escribió El Pozo
aterrados de los dólares gratuitos que caían desde el balcón del Observer
            dispersados por hermanos menores muertos de la risa,
Contra la Compañía de Estaño y las Agencias Noticiosas,
            contra el sensor infrarrojo del Capitalismo Telepático
                        científicos locos por el dinero
contra los millones de chicos universitarios viendo Wichita TV en la Sala

Un enloquecido rostro radiante con un rifle
                                   enfrenta las redes eléctricas.

Venecia, Noviembre de 1967.

*

ELEGY CHE GUEVARA

European Trib. boy's face photo'd eyes opened,
    young feminine beardless radiant kid
        lain back smiling looking upward
Calm as if ladies' lips were kissing invisible parts of the body
Aged reposeful angelic boy corpse,
    perceptive Argentine Doctor, petulant Cuba Major
        pipe mouth'd & faithfully keeping Diary
            in mosquiots Amazonas
Sleep on a hill, dull Havana Throne renounced
More sexy your neck than sad aging necks of Johnson
                            DeGaulle, Kosygin,
    or the bullet that pierced the neck of John Kennedy
Eyes more intelligent glanced up to death newspapers
    Than worried living Congress Cameras passing
        dot screens into T.V. shade, glass-eyed
        MacNamara, Dulles in old life...

Women in bowler hats sitting in mud outskirts 11,000 feet
                                    up in Heaven
            with a headache in LaPaz
        selling black potatoes brought down from earth
                                        roof'd huts
            on mountain-lipped Puno
    would've adored your desire and kissed your Visage
                            new Christ
    They'll raise up a red-bulb-eyed war-mask's
        white tusks to scare soldier-ghosts
            who shot thru your lungs

Incredible! one boy turned aside from operating room
        or healing Pampas yellow eye
    To face the stock rooms of ALCOA, Myriad Murderous
            Board Directors of United Fruit
Smog-Manufacturing Trustees of Chicago U
    Lawyer Phantoms ranged back to dead
        John Foster Dulles' Sullivan & Cromwell Lawfirm
    Acheson's mustache, Truman's bony hat
To go mad and hide in jungle on mule & point rifle at OAS
    at Rusk's egoic Courtesies, the metal deployments of
                                Pentagon
        derring-do Admen and dumbed intellectuals
            from Time to the CIA
One boy against the Stock Market all Wall Street ascream
        since Norris wrote The Pit
    afraid of free dollars showering from the Observer's
                                                Balcony
    scattered by laughing younger brothers,
Against the Tin Company, against Wire Services,
        against infra-red sensor Telepath Capitalism's
                money-crazed scientists
    against College boy millions watching Wichita Family
                                    Den T.V.

One radiant face driven mad with a rifle
        Confronting the electric networks.


Nov. 1967 — Venice, Italy



11 septiembre, 2015

'Maquilladora' de Joyce Carol Oates



Un poema de Joyce Carol Oates, publicado en la revista The Paris Review n° 109 (invierno de 1988).

MAQUILLADORA

“Siento que soy una… mierda.
Recogí un perrito perdido
En Broadway con la 90, una cosita mugrienta
que no podía siquiera ladrar. Lo llevé a mi casa,
al veterinario, lo ayudé a recuperarse casi
totalmente, luego, llegó el fin de semana
del Día del Trabajo, —estoy separada de mi marido, esa
es la cosa— Me fui a Atlantic City con una
amiga y cuando volví Skippy estaba muerto.
Supongo que se me olvidó, ahí encerrado
en la cocina, estaba tan ocupada que se me olvidó
dejarle agua y comida extra y él nunca
ladró sino que simplemente aceptó la situación…
Ahora mira hacia el techo, prometo
que no voy a pegarte un puñetazo”.

*

MAKE-UP ARTIST

“I feel like such a… shit.
I rescued this little lost terrier
on Broadway and 90th, mangy little thing
that couldn’t even bark. I took him home,
took him to the vet, nursed him back
to health or almost, then, Labor Day week-
end, —my husband and I are separated, that’s
the thing— I went to Atlantic City with a
friend and when I got back Skippy was dead.
I guess I’d sort of forgotten him, locked
in the kitchen, so much on my mind I forgot
to give him extra water and food and he never
did bark just sort of accepted things…
Look straight up at the ceiling now, I promise
I won’t jab you in the eye.”

*


FRAGMENTO DE LA ENTREVISTA DE THE PARIS REVIEW

¿Cuáles son las ventajas de ser una mujer que escribe?

¡Ventajas! Son demasiadas como para enumerarlas. Pues, debido a que soy una mujer, no puedo ser tomada del todo seriamente por los críticos hombres que ponen a los autores en primer, segundo y tercer lugar en la prensa, soy libre, supongo, para hacer lo que se me dé la gana. No entiendo, ni me interesa, la competencia; ni siquiera puedo entender a qué se refieren Hemingway o Mailer, su epígono, quieren decir cuando hablan de batallar con otro talento en el ring. Una obra de arte nunca, que yo sepa, ha desplazado a otra obra de arte. Los vivos no están más en competencia con los muertos que los muertos con los vivos… ser una mujer me permite cierta invisibilidad. Como El hombre invisible de Ellison (Mis diarios, que ya deben tener varios cientos de páginas, lleva por título La mujer invisible. Porque una mujer, al ser tan mecánicamente juzgada por su apariencia, tiene la ventaja de poder ocultarse dentro de ella—puede ser absolutamente lo que ella sabe que es, en contraste con lo que los demás imaginan que ella es. No siento ninguna conexión con mi apariencia física y muchas veces me he preguntado si es que esa es parte de la libertad que disfrutan los hombres, escritores o no.

¿Puede distinguir el sexo de un escritor por su prosa?

Nunca.

¿Qué escritores hombres usted cree que han sido especialmente efectivos a la hora de representar a una mujer?

Tolstoy, Lawrence, Shakespeare, Flaubert… Muy pocos en realidad. Pero bueno, muy pocas mujeres han sido efectivas al representar a los hombres.


10 septiembre, 2015

'Agujeros' de Eileen Myles



Este poema fue publicado en 1991 en el libro 'Not Me' y quizás antes en alguna revista.

AGUJEROS

Una vez, pasé la Cuarta Este, más allá de la Primera Avenida,
creo que a principios del otoño, tenía un hoyito
en el hombro de mi camisa blanca y otro en
la espalda—me veía sencillamente hermosa. Hubo un
momento en los años setentas cuando era hermoso
tener agujeros en las camisas y en los suéteres.
Entonces ya era 1981, pero yo llevaba el estilo de los setentas
como si fuera una antorcha. Había todo un modo
de sentirse uno mismo, más europeo
que norteamericano, a menos que hablemos de 1910
cuando era norteamericano y hermoso ser una inmigrante
fuerte y hambrienta que creía tanto
en sí misma y en que era parte de un movimiento
tan grande como la historia que explicaba el
agujero en su camisa. Esta noche comienza
el verano y todas las estaciones tienen
grietas por las cuales el invierno
o el otoño pueden colarse. El sabor más
perfecto se da, curiosamente, en Junio. Oh recuerdo
cuando era una inmigrante. Alcancé una belleza
negra y me levanté de entre una pila de poemas
que rodeaban mis rodillas, tenía sencillamente demasiada
energía como para poder pensar y caminé hacia
tu casa donde había un continuo flujo de
cerveza. Al final, sólo estábamos tomando
Rheingold, una cerveza increíble. Al entrar
se me ocurrió decir que me gustaban ustedes
dos, lo que uno suele decirle a una pareja. Los
niños ya estaban acostados. Ni siquiera
puedo decir con claridad que deseaba
a la mujer, aunque entonces parecía que
la fuerza impulsora era desear a
uno de cada uno. Yo pertenecía a
una generación de gente que iba a
los bares de la calle siete y bebía
whiskey barato y cerveza de barril y soñaba
con el momento en que irías a mi casa. Esos
pechos enormes. Yo cargaba delgados cuadernos que sólo
permitían escribir versos de dos o tres palabras. Te necesito.
“Acercándome al caballo”. Había sangre en todos mis
títulos y leche. Tenía dos pastillas azules y brillantes
en mi bolsillo. Te amaba tanto. Fue
la última cosa juvenil que hice, el final de
mi renacimiento, una migración hacia mi
mundo de los sueños que ni siquiera mis abuelos
se atrevieron a vivir, siendo prisioneros
de la esquizofrenia y el alcohol, aunque
yo fui amante de ambos. Lo bello
de la historia es que esta ocurrió.
Fue lo último que ocurrió
en Nueva York. Todo lo demás ocurrió
mientras yo intentaba detenerlo.
Todo lo demás tenía vida
propia. No creo que deba
disculparme con ellos, aunque por lo menos
uno de sus hijos me odia a muerte.
Se puede tragar mis tripas, me
da lo mismo. Yo tenía un agujero en
la parte delantera de mi suéter negro
sin mangas. Fue sencillamente algo
que ocurrió. Creció
y creció. Me gustaba meterle
el dedo adentro. Cuando llegó
diciembre no podía levantarme
de la cama. Seguía despertándome
a las seis de la tarde y era el día de Navidad
o de Año Nuevo y había
empezado a tomar y a comer. Recuerdo
que me serviste el más hermoso
plato de fideos con salsa roja. Era como tu concha
sobre un plato. Conocí gente en tu casa,
incluso encontré gente con la cual salir y coger,
lamentablemente, sin saber eso
del fruto prohibido. Se me olvida
cuál es el único pecado. Alguien
me lo dijo recientemente. Tengo
tantos agujeros en mi memoria. Entre
este lugar y las cosas de las que estoy
separada. Tomo un libro y
otro libro y la memoria
y la separación parecer ser
lo único sobre lo cual
todos escriben. O todo
lo que me dejan leer.
Pero recuerdo esos
hermosos agujeros en
mi espalda como una
hermosa capa
de sentimiento.

*

HOLES

Once when I passed East Fourth Street off First Avenue,
I think it was in early fall and I had a small hole
in the shoulder of my white shirt, and another on
the back–I looked just beautiful. There was a
whole moment in the 70s when it was beautiful
to have holes in your shirts and sweaters.
By now it was 1981, but I carried that 70s style
around like a torch. There was a whole way of
feeling about yourself that was more European
than American, unless it was American around
1910 when it was beautiful to be a strong
starving immigrant who believed so much
in herself and she was part of a movement
as big as history and it explained the
hole in her shirt. It’s the beginning
of summer tonight, and every season has
cracks through which winter
or fall might leak out. The most perfect
flavor of it, oddly in June. Oh remember
when I was an immigrant. I took a black
beauty and got up from the pile of poems
around my knees and just had too much
energy for thought and walked over to
your house where there was continuous
beer. Finally we were just drinking
Rheingold, a hell of a beer. At the
door I mentioned I had a crush on both
of you, what you say to a couple. By
now the kids were in bed. I can’t
even say clearly now that I wanted
the woman, though it seemed to be
the driving principle then, wanting
one of everything. I was part of
a generation of people who went to
the bars on 7th street and drank the
cheap whiskey and the ale on tap and dreamed
about when I would get you alone. Those
big breasts. I carried slim notebooks which only
permitted two or three-word lines. I need you.
“Nearing the Horse.” There was blood in all my
titles, and milk. I had two bright blue pills
in my pocket. I loved you so much. It was
the last young thing I ever did, the end of
my renaissance, an immigration into my
dream world which even my grandparents
had not dared to live, being prisoners
of schizophrenia and alcohol, though
I was lovers with the two. The beauty
of the story is that it happened.
It was the last thing that happened
in New York. Everything else happened
while I was stopping it from happening.
Everything else had a life of
its own. I don’t think I owe
them an apology, though at least
one of their kids hates my guts.
She can eat my guts for all
I care. I had a small hole in
the front of my black sleeveless
sweater. It was just something
that happened. It got larger
and larger. I liked to put
my finger in it. In the month
of December I couldn’t get
out of bed. I kept waking
up at 6PM and it was Christmas
or New Year’s and I had
started drinking & eating. I remember
you handing me the most beautiful
red plate of pasta. It was like your cunt
on a plate. I met people in your house
even found people to go out and fuck,
regrettably, not knowing about
the forbidden fruit. I forget
what the only sin is. Somebody
told me recently. I have so
many holes in my memory. Between
me and the things I’m separated
from. I pick up a book and
another book and memory
and separation seem to
be all anyone writes
about. Or all they
seem to let me read.
But I remember those
beautiful holes on
my back like a
beautiful cloak
of feeling.

09 septiembre, 2015

Una conversación con Gertrude Stein



Este texto fue tomado de la antología The Creative Process: A Symposium (University of California Press (1954) de Brewster Ghiselin. Fue originalmente publicada en agosto de 1935 en The Atlantic Monthly de Boston.

JOHN HYDE PRESTON: UNA CONVERSACIÓN CON GERTRUDE STEIN

Ella habla con libertad, locuaz y a veces oscuramente, como si estuviera muy segura de tener algo pero a la vez no pudiera tocar ese algo. Tiene ese aire de haber visto resplandores de algo cuya forma desconoce pero de lo cual puede hablar, no de los resplandores, sino de los espacios entre las apariciones.
No quiero decir que en su forma de hablar exista esa curiosa oscuridad que opaca tanto su prosa, al menos pude ser franco (sin desear serlo) al decirle que muchas veces sólo podía especular ante su escritura. Ella da la impresión de estar pacíficamente resignada ante los ataques que ha recibido toda su vida y tiene ese aire, tan raro en los escritores, de vivir más allá de tanto la fama como la crítica.

II

“Escribirás”, dijo, “si escribes sin pensar en el resultado en términos de búsqueda de un resultado, sino pensando en la escritura en términos de descubrimiento, lo que significa que la creación debe tener lugar entre el lápiz y el papel, no antes en un plan pensado o después al reestructurar o corregir. Sí antes, en una idea. pero no en un pensamiento cuidadoso. Va a venir si está ahí y si lo dejas venir y si es que tú tienes algo en ti, recibirás algún súbito reconocimiento creativo”.
“No sabrás exactamente qué ocurrió, incluso no sabrás qué hiciste, pero será una creación si es que salió del lápiz y de ti y no de un plano arquitectónico de la cosa que estabas haciendo. La técnica no es tanto un asunto de forma o estilo sino del modo en que la forma y el estilo se erigieron y como pueden volver a erigirse. Congela tu fuente y siempre tendrás agua congelada disparándose en el aire y cayendo y estará siempre ahí para ser vista. Oh, no lo dudes. Pero nada habrás erigido. Yo te puedo decir lo importante que es tener ese reconocimiento creativo. No puedes entrar al vientre de la madre para dar forma al hijo, está ahí y se hace a sí mismo y nace ya completo y ahí está y tú lo hiciste y lo sentiste, pero ha nacido por sí mismo y así debiera ser con el reconocimiento creativo.
“Por supuesto que posee un poco más de control sobre tu escritura que en la creación de un hijo; tienes que saber qué es lo que deseas obtener, pero una vez que lo sabes, deja que te arrastre consigo y si pareciera alejarte del camino, no te reprimas, porque quizás ese lugar es donde instintivamente quieres ir y si te reprimes y quieres siempre estar donde has estado antes, te vas a secar.”
“Crees que has usado todo el aire del lugar donde estás, Preston: dijiste que lo habías usado donde vivías, pero eso no es cierto, porque si fuera cierto, eso significaría que has abandonado toda la esperanza de cambiar. Creo que los escritores deberían estar siempre cambiando de escena, pero el solo hecho de que no sepas dónde irías si pudieras irte, significa que no llevarías nada al lugar donde fueras, de modo que no habría nada allí hasta que tú mismo lo encontraras, y que cuando lo encontraras, sería algo que llevaste y que pensabas haber dejado atrás. Y eso también sería reconocimiento creativo porque tendría absolutamente todo que ver contigo y nada que ver con el lugar”.
Entonces le dije: ¿Qué pasaría si, cuando intentas escribir, te sientes empantanado, sofocado y las palabras no fluyeran y si fluyeran sintieras que son como de madera y sin sentimiento? ¿Qué tal si llegaras a sentir que nunca podrás escribir una palabra más? 
“Preston la única forma de continuar es continuando”, dijo riendo. “Es el único modo. Continuar. Si sientes profundamente tu libro, él vendrá a ti tan profundamente como sean tus sentimientos cuando son más auténticos y el libro nunca será más profundo y auténtico que tus sentimientos, pero tú aun no sabes nada sobre tus sentimiento porque, aunque pienses que está todo ahí, cristalizado, no le has permitido fluir. ¿Cómo puedes saber qué es? Todavía ignoras qué será lo mejor en tu escritura. Si lo supieras no sería escritura, sería dictado. Ningún libro es un libro hasta que está terminado y no puedes decir que estás escribiendo un libro mientras lo único que estás haciendo es escribir sobre papeles y todo lo que está en ti aun no aparece. Y un libro aunque te hayas abierto infinitamente no es un hombre completo. No existe tal cosa como un autor de un solo libro.”

*

JOHN HYDE PRESTON: A CONVERSATION WITH GERTRUDE STEIN

She talks freely and volubly and sometimes obscurely, as if she had something there that she was very sure of and yet could not touch it. She has that air of having seen in flashes something which she does not know the shape of, and can talk about, not out of the flashes but out of the spaces between when she has waited. 
I do not mean that there is in her conversation any trace of that curious obscurity which dims so much of her prose, for me at least and I was frank (without wanting to be) in telling her that I could only guess sometimes at the written words. She seems peacefully resigned to the attacks that have been made upon her all her life and she has that air, so rare in writers, of living outside of both fame and criticism.

II

"You will write," she said, "if you will write without thinking of the result in terms of a result, but think of the writing in terms of discovery, which is to say that creation must take place between the pen and the paper, not before in a thought or afterwards in a recasting. Yes, before in a thought, but not in careful thinking. It will come if it is there and if you will let it come, and if you have anything you will get a sudden creative recognition." 
You won't know how it was, even what it is, but it will be creation if it came out of the pen and out of you and not out of an architectural drawing of the thing you are doing. Technique is not so much a thing of form or style as the way that form or style came and how it can come again. Freeze your fountain and you will always have the frozen water shooting into the air and falling and it will be there to see oh, no doubt about that but there will be no more coming. I can tell how important it is to have that creative recognition. You cannot go into the womb to form the child; it is there and makes itself and comes forth whole and there it is and you have made it and have felt it, but it has come itself and that is creative recognition. 
Of course you have a little more control over your writing than that; you have to know what you want to get; but when you know that, let it take you and if it seems to take you off the track don't hold back, because that is perhaps where instinctively you want to be and if you hold back and try to be always where you have been before, you will go dry. 'You think you have used up all the air where you are, Preston; you said that you had used it up where you live, but that is not true, for if it were it would mean that you had given up all hope of change. I think writers should change their scenes; but the very fact that you do not know where you would go if you could means that you would take nothing truly to the place where you went and so there would be nothing there until you had found it, and when you did find it, it would be something you had brought and thought you had left behind. And that would be creative recognition, too, because it would have all to do with you and nothing really to do with the place.'
But what if, when you tried to write, you felt stopped, suffocated, and no words came and if they came at all they were wooden and without meaning? What if you had the feeling you could never write another word?
“Preston, the way to resume is to resume, she said laughing. It is the only way. To resume. If you feel this book deeply it will come as deep as your feeling is when it is running truest and the book will never be truer or deeper than your feeling. But you do not yet know anything about your feeling because, though you may think it is all there, all crystallized, you have not let it run. So how can you know what it will be? What will be best in it is what you really do not know now. If you knew it all it would not be creation but dictation. No book is a book until it is done, and you cannot say that you are writing a book while you are just writing on sheets of paper and all that is in you has not yet come out. And a book let it go on endlessly is not the whole man. There is no such thing as a one-book author.”