23 septiembre, 2015

Cuatro poemas de Denise Levertov



Estos poemas de Denise Levertov (1923-1997) fueron tomados del libro que reúne los libros The Jacob's Ladder (1961), O Taste and See (1964) y The Sorrow Dance (1967), publicado por New Directions en 1983.


SALMO RELATIVO AL CASTILLO

Déjame estar en el lugar del Castillo.
Deja que el castillo esté dentro de mí.
Deja que se eleve firme desde el foso.
Deja que las aguas del foso reflejen el verde plumaje de los patos, deja que las conchas de las tortugas acuáticas quiebren la superficie o que sean vistas a través de profundas oleadas.
Deja que la caballería se posicione al borde del pozo con un perro que esté siempre alerta y siempre a punto de quedarse dormido.
Deja que el espacio bajo el primer piso sea oscuro, deja que el agua lama los postes de piedra y que una vívida baba verde resplandezca sobre ellos; deja un bote en ese lugar.
Deja que las cariátides del segundo puso sean osos que sostengan vigas que sean dragones.
Sobre los parapetos de la habitación central deja cuatro arqueros, mirando a los cuatro horizontes. Dentro, deja que el príncipe se sienta en casa, déjalo reflexionar profundamente, en paz, con todas las ventanas abiertas hacia las galerías.
Deja que la joven reina se siente en lo alto, en el aire helado, con su niño en brazos; déjala ver con alegría al gran círculo, las sombras del peregrino, el trabajo del sol y el juego del viento. Déjala caminar de aquí para allá. Deja que las columnas sostengan el techo, deja que los pisos sostengan las columnas, deja un espacio oscuro bajo el piso inferior, deja que el castillo se eleve firme desde el pozo, deja que el pozo sea un aniño y que sus aguas sean profundas, deja que los guardias lo cuiden, deja amplias tierras alrededor, deja que ese reino esté dentro de mí, déjame estar donde está.


EL DOLOR DEL MATRIMONIO

El dolor del matrimonio:

muslo y lengua, amado,
cargan su peso,
palpita en los dientes

buscamos la comunión
y somos rechazados, amado,
todos y cada uno

Es un leviatán y nosotros
buscamos la felicidad
en su estómago, alguna felicidad
inconcebible fuera de él

en el arco del dolor que causa
de a dos en dos.


CANCIÓN DE AMOR (Audio del poema aquí)

Tu belleza, que una vez perdí de vista
por un montón de tiempo, es larga,
no es simétrica y posee
los colores de la tierra que me hacen verla.

Una larga belleza, ¿qué es eso?
una canción
que puede ser cantada una y otra vez
largas notas o largos huesos.

El amor es un paisaje las largas montañas
definen pero no
nos separan de la
distancia invisible.

En otoño, en otoño,
tus árboles estiran
sus largos brazos desde mangas
de tierra roja y

cielo amarillo, un poco
recortado. Doy
largos paseos a su lado. Las uvas
que necesitan escarcha para madurar
parecen ámbar y crecen profundo en el
seto, medio escondidas,
así como tu belleza crece en largos bucles
medio oculta en lo oscuro.


LOS ELFOS

Los elfos no son más chicos
que los humanos y caminan,
como los humanos, en este mundo,
pero con más gracia que la mayoría
y no son inmortales.

Su belleza los separa
de los demás hombres y mujeres
a menos que una mujer posea ese fuego frío
llamado poeta: con es

puede verlos y por su luz
ellos la conocen y no le temen
y plateadas lenguas de amor
centellean entre ellos.

*

PSALM CONCERNING THE CASTLE

Let me be at the place of the castle. 
Let the castle be within me. 
Let it rise foursquare from the moat's ring. 
Let the moat's waters reflect green plumage of ducks, let the shells of swimming turtles break the surface or be seen through the rippling depths. 
Let horsemen be stationed at the rim of it, and a dog, always alert on the brink of sleep. 
Let the space under the first storey be dark, let the water lap the stone posts, and vivid green slime glimmer upon them; let a boat be kept there. 
Let the caryatids of the second storey be bears upheld on beams that are dragons. 
On the parapet of the central room, let there be four archers, looking off to the four horizons. Within, let the prince be at home, let him sit in deep thought, at peace, all the windows open to the loggias. 
Let the young queen sit above, in the cool air, her child in her arms; let her look with joy at the great circle, the pilgrim shadows, the work of the sun and the play of the wind. Let her walk to and fro. Let the columns uphold the roof, let the storeys uphold the columns, let there be dark space below the lowest floor, let the castle rise foursquare out of the moat, let the moat be a ring and the water deep, let the guardians guard it, let there be wide lands around it, let that country where it stands be within me, let me be where it is.


THE ACHE OF MARRIAGE

The ache of marriage:

thigh and tongue, beloved,
are heavy with it,
it throbs in the teeth

We look for communion
and are turned away, beloved,
each and each

It is leviathan and we
in its belly
looking for joy, some joy
not to be known outside it

two by two in the ark of
the ache of it.


LOVE SONG (Audio del poema aquí)

Your beauty, which I lost sight of once
for a long time, is long,
not symmetrical, and wears
the earth colors that make me see it.

A long beauty, what is that?
A song
that can be sung over and over,
long notes or long bones.

Love is a landscape the long mountains
define but don’t
shut off from the
unseeable distance.

In fall, in fall,
your trees stretch
their long arms in sleeves
of earth-red and

sky-yellow, a little
lop-sided. I take
long walks among them. The grapes
that need frost to ripen them

are amber and grow deep in the
hedge, half-concealed,
the way your beauty grows in long tendrils
half in darkness.


THE ELVES

Elves are no smaller
than men, and walk
as men do, in this world,
but with more grace than most,
and are not immortal.

Their beauty sets them aside
from other men and from women
unless a woman has that cold fire in her
called poet: with that

she may see them and by its light
they know her and are not afraid
and silver tongues of love
flicker between them.


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