02 septiembre, 2008

Necesitaba perder

Hoy creímos, mis amigos y yo, que unos cacos entraron a nuestra casa y robaron la bicicleta de mi amigo David. Almorzamos cruzando toda clase de hipótesis. En un momento Dupinesco dije:

- Hay dos posibilidades... o entraron por la ventana y salieron por la puerta... o a uno de nosotros se nos quedó la bicicleta en algún lugar.

Pero nadie admitió haber salido en esa bicicleta y nos resignamos a comprar entre todos una bicicleta para David.

Una hora después me llama uno de los detectives de la humilitas universalis y me dice:

- Boludo, dejaste la bicleta el viernes en el teatro de la Universidad Católica.

Así nomás fue.