"Es necesario trabajar para Alguien, y no para desconocidos. Es necesario apuntar hacia alguien, y cuanto más claramente lo apuntemos, mejor será el trabajo y el rendimiento del trabajo. La obra del espíritu sólo está completamente determinada si hay alguien ante ella. El que se dirige a alguien se dirige a todos. Pero el que se dirige a todos no se dirige a nadie.
Se trata tan sólo de encontrar ese alguien. Ese alguien da el tono del lenguaje, da la extensión de las explicaciones, mide la atención que podemos pedir.
Representarse ante alguien es el mayor don del escritor."
Cahiers. (1921. O, VIII, 136)