10 diciembre, 2014

Sam Cooke



Hay una anécdota, probablemente apócrifa, sobre Sam Cooke. Esta dice que para separarse de los Soul Stirrers, la banda góspel de adoración que le dio cabida y lo hizo famoso, cometió un acto de vanidad que ralla en lo sacrílego. La cosa fue así, justo antes de salir al escenario Sam habría guardado un espejo de bolsillo en su chaqueta, luego habría salido junto a los Stirrers al escenario y cantado las canciones que los devotos de Sam y Jesucristo querían escuchar, Jesus Wash Away My Troubles, Jesus, I'll Never Forget, Nearer To Thee, Must Jesus Bear The Cross Alone o He's My Friend Until The End. Cuando llegó el momento de cantar Wonderful, cuya letra dice: “Wonderful, the Lord is so wonderful…”, al sonar los primeros acordes Sam sacó el espejo de su bolsillo, se miró en él y empezó a arreglar su cabello para luego cantar, mirándose en el espejo: “Wonderful, He is so wonderful…”. Esto sellaría su despido de los Soul Stirrers e iniciaría una carrera solista que acabaría el 11 de diciembre del 1964 cuando fue asesinado con un tiro directo al corazón. Tenía 33 años, han pasado 50 años desde su muerte y yo me he construido una iglesia y toda una fe para celebrar su voz.

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