21 noviembre, 2012

Robert Emmet

Hace unos meses iba caminando sin destino fijo por Thomas Street en Dublín, era un barrio obrero alejado de los lugares concurridos por los turistas, de hecho, lo único que podría atraer a un turista a ese lugar era la fábrica de la cerveza Guinness, mítico edificio que encontré unas pocas cuadras más al oeste. Iba medio distraido y medio deslumbrado cuando junto a la vereda vi una placa, me acerqué y leí: "In the roadway opposite this tablet Robert Emmet died in the cause of Irish freedom. 20th september, 1803". La placa me hizo levantar un puño a lo alto, pues hay causas con las que me identifico y luego está la Irish Freedom y sus numerosos mártires. Luego, tomé la fotografía que está bajo este texto y seguí caminando, sin recordar en ese momento que el 20 de septiembre es el día de cumpleaños de mi noble amigo Rodrigo Alvarado, puño en alto de nuevo.

 
Cuando volví a mi casa y ordené asuntos laborales varios pude por fin empezar a releer Ulises, ahora tras haber aplanado las calles de Dublín, haber conversado con su gente y beber sus whiskies Powers, Green Spot, Jameson y centílitros de Guinness. Estaba en eso cuando, en el episodio de las wandering rocks, me encontré con lo siguiente:

"Down there Emmet was hanged, drawn and quartered. Greasy black rope. Dogs licking the blood off the street when the lord lieutenant's wife drove by in her noddy. 

Bad times those were. Well, well. Over and done with. Great topers too. Fourbottle men. Let me see. Is he buried in saint Michan's? Or no, there was a midnight burial in Glasnevin. Corpse brought in through a secret door in the wall. Dignam is there now. 

Went out in a puff. Well, well. Better turn down here. Make a detour."

 

Ser hallado culpable de alta traición (a Inglaterra) fue la causa de que Emmet fuera sentenciado a ser "hanged, drawn and quartered", lo que equivale a ser colgado, castrado, destripado y decapitado, para luego ser cortado en cuatro partes. Robert Emmet estuvo involucrado en actividades contra la soberanía inglesa en Irlanda, huyó a Francia, consiguió el apoyo de Napoleón y regresó a Dublín para organizar una insurrección que acabó con la muerte de medio centenar de patriotas irlandeses y la ejecución de su instigador, Emmet.

 

Hay más, aquí está la carta de despedida de Robert Emmet a su amada Sarah Curran y los poemas que sobre esta relación y su final nada de feliz escribió el poeta Thomas Moore, quien fue compañero de Emmet en el Trinity College de Dublín.

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