19 mayo, 2010

'Breakfast of Champions' de Kurt Vonnegut

En mi viaje al pasado llegaré a un momento cuando el once de noviembre, casualmente mi cumpleaños, era un día sagrado llamado Día del Armisticio. Cuando era niño, toda las personas de todas las naciones que pelearon en la Primera Guerra Mundial guardaban silencio durante el undécimo minuto de la undécima hora del Día del Armisticio, que era el undécimo día del undécimo mes.
Fue durante ese minuto en mil novecientos dieciocho que millones sobre millones de seres humanos dejaron de masacrarse los unos a los otros. He hablado con ancianos que estaban en el campo de batalla durante ese minuto. Me dijeron que de una manera u otra que ese repentino silencio era la voz de Dios. Entonces todavía tenemos entre nosotros algunos hombres que pueden recordar cuando Dios le habló claramente a la humanidad.
El Día del Armisticio se convirtió en el Día de los Veteranos. El Día del Armisticio era sagrado. El Día de los Veteranos no.
Así que voy echarme al hombro el Día de los Veteranos. Voy a conservar el Día del Armisticio. No quiero desechar nada que sea sagrado.
¿Qué más es sagrado? Oh, Romeo y Julieta, por ejemplo.
Y toda la música.

I will come to a time in my backwards trip when November eleventh, accidentally my birthday, was a sacred day called Armistice Day. When I was a boy, all the people of all the nations which had fought in the First World War were silent during the eleventh minute of the eleventh hour of Armistice Day, which was the eleventh day of the eleventh month.
It was during that minute in nineteen hundred and eighteen, that millions upon millions of human beings stopped butchering one and another. I have talked to old men who were on battlefields during that minute. They have told me in one way or another that the sudden silence was the voice of God. So we still have among us some men who can remember when God spoke clearly to mankind.
Armistice Day has become Veterans’ Day. Armistice Day was sacred. Veterans’ Day is not.
So I will throw Veterans’ Day over my shoulder. Armistice Day I will keep. I don’t want to throw away any sacred things.
What else is sacred? Oh, Romeo and Juliet, for instance.
And all music is.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aporte para todos, espero disfruten: http://muerteataringa.tk